Pirineos
Garmo Negro (3.066m) Invernal

Garmo Negro (3.066m) Invernal

Otro pilar del Valle de Tena.

Hemos vuelto al macizo de las Argualas, con ambiciones desmesuradas para la época. Envalentonados por los últimos éxitos, pretendemos coronar en un mismo día el Garmo Negro (3.066 m), Pico Algas (3.036 m), Algas Norte (3.032 m) y Pico de las Argualas (3.046m). Todo esto además cresteando por la no demasiado dificil (en verano, II grado) arista que une estos picos. Con lo que no contábamos era que iba a haber tanta nieve. Y es que en este año tan anormalmente cálido, en el que los que vivimos en el Levante hemos podido ir a la playa hasta finales de octubre, lo que menos nos esperábamos a mediados de noviembre es que hubiera tanta nieve a partir de 2.000 m. Aunque cierto es que la nos encontramos cayó pocos días antes de llegar nosotros.

 

Garmo Negro
Impresionante panorámica del los picos del Infierno desde la cima del Garmo Negro

Al final sólo pudimos coronar el Garmo Negro, no sin dificultades. Como siempre, las vistas desde la cima recompensaron el esfuerzo realizado, poniendo el punto final a una de las más divertidas que he realizado. A veces reunir a la gente adecuada es la única clave del éxito…

LOS DATOS
  • Cómo llegar : Desde Huesca, dirigirse a Biescas, y después a Panticosa. Pasar la Estación y dirigirse al Balneario. A dia de hoy, Mayo de 2005, están de obras aún y no se puede aparcar al lado del refugio. Han habilitado un parking antes de entrar en la zona del Balneario.
  • Dificultad: F
  • Tiempo de ascensión: En invierno y primavera, 4-5 horas para subir y 2-3 horas para volver
  • Refugio Casa de Piedra Teléfono 974 487 571.
  • Descripción de la ruta: En invierno o primavera, la ruta parte del Balneario de Panticosa hacia el Collado de las Argualas , desde el cual vemos la pala de nieve que nos dejará en la cima del Garmo Negro .

 MAPA RECOMENDADO

LA ASCENSIÓN
Viernes 17 de noviembre de 2006. Salimos de Valencia sobre las 5 de la tarde. Ahora se hace muy pronto de noche, así que el viaje se espera pesadito. Las obras de la carretera y la oscuridad (además hay luna nueva) no dejan que nos plantemos en el refugio antes de las 23:00. Llegamos al refugio justo cuando apagaban las luces. Mañana ya hablaremos con el guarda. Por teléfono le hemos dicho que nos preparara el desayuno.

 

Una habitación para nosotros, que bien! Rapidamente nos instalamos y a dormir. A las 5:30 h de la mañana siguiente nos levantamos y preparamos todo el equipo. Desayunamos con trankilidad y partimos, aun de noche. Está nevando, hay muchísima nubosidad y la visibilidad es casi nula. A medida que ascendemos vamos viendo algo, pero cuando el terreno se hace blanco tanto por arriba como por abajo, comienzan los problemas de orientación…

 Garmo Negro

Encontramos una huella, bien! La seguimos durante una hora. No sabemos donde estamos. El terreno no nos suena. Las cimas no se pueden ver con tanta niebla. Llegamos a un collado donde descansan 2 personas, los que han fabricado la huella. «Donde estamos? – Ah, ni idea!» Bienn…

Afortunadamente despeja algo, y a base de mapa y altímetro, localizo el único punto posible. Nos hemos desviado demasiado al Sur. Estamos al Sur del Pico Argualas. Hay que descender.

Los fabricantes de la huella se desaniman. Hablan de volverse. La ventisca arrecia, pero limpia de nubes un poco las cotas mas altas. Empieza a verse algo. Intento convencer al grupo de que ladeando hacia el Norte llegaremos a la base del Garmo. Duda, incredulidad. De repente y gracias al viento, vislumbramos algo que parece el Garmo, hacia el Norte. Esa única visión termina de convencer a todos. Nos dirigimos por fin a nuestro objetivo principal. El ambiente es puramente invernal, con grandes cantidades de nieve polvo por doquier, que la ventisca arrastra y lanza contra nuestros rostros…

 Garmo Negro
 Garmo Negro
 Garmo Negro
 Garmo Negro
Panorámica del macizo del Vignemale, Batanes, Baciás, Perdido, Marboré…

Vamos superando las pendientes de nieve. La altitud se va dejando notar, pues junto a la pendiente hace que debamos esforzar nuestra capacidad aeróbica para poder dar una decena de pasos antes de parar un minuto. Un minuto que cada vez se alarga más. El peso de los crampones en la espalda ayuda. Tipica salida donde los paseas…

Poco a poco nos vamos dando cuenta de que las nubes están quedando a nuestros pies, regalándonos un paisaje impagable…

Garmo Negro

Panorámica del Pico de las Argualas desde la pala cimera del Garmo Negro
 Garmo Negro
Ultimos pasos antes de coronar.
Mirando al Este mientras casi llegamos a cima.
 Garmo Negro
 Garmo Negro Garmo Negro
Y llegamos a cima!!
Garmo Negro
Más impresionante aun si cabe, panorámica de las Argualas y el amr de nubes desde la cima del Garmo

Ya en la cima disfrutamos de las magníficas vistas mientras comemos algo. El fuerte sol del mediodia hace mas agradable la estancia en la cima, aunque el helado viento del Norte no deja de azotarnos, y nos apremia para que abandonemos su exclusivo reino de nieve, hielo y roca.

Caminamos por la arista cimera del Garmo Negro, afilada, con una grandiosa caida al Norte, en dirección a los Picos del Infierno. El mar de nubes embellece el panorama, en sus 360º. A la derecha de este texto podemos ver la Sierra de Partacúa, con la cresta de las Argualas en primer plano.

Toca descender. Nuestras heladas manos guardan la cámara de fotos y el almuerzo, y preparan el equipo para el descenso. Afortunadamente, el viento una vez descendemos pierde fuerza, y el reflejo del sol en la nieve nos calienta lo suficiente para poder continuar sin chaqueta. Bueno, todos menos Bruno, que no se ha quitado la chaqueta desde que llegamos anoche al refugio…

 Garmo Negro
 Garmo Negro  Garmo Negro

 

Como veis, la montaña todavía nos tenia alguna sorpresa preparada durante el descenso. Bonitas estampas de pendientes nevadas con hermosas formas redondeadas y un asustadizo rebeco que miraba atónito nuestra «torpeza» y lentitud para andar por terreno escarpado. Solo tenemos 2 patas, amigo mío… Pero también sentimos que La Montaña es Nuestro Reino.
JoseMi Alpinista de corazón, quedé prendado de la montaña desde muy joven. Mi montañosa tierra Alicantina me enseñó a amar la verticalidad de sus paredes y el placer de la escalada clásica. Mi objetivo: crecer día a día como alpinista y poder compartirlo con todos vosotros.
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