Este finde he disfrutado como un enano pegándole a una pedazo de clásica de las paredes del Rincón de Bonanza. En su zona con mayor desnivel, junto a a pared de los Gavilanes, justo a la izquierda de donde empieza la prohibición de escalar, debido a la existencia de especies endémicas de la zona.
Esta vía, una de las primeras en abrirse en estas paredes, es sin duda una de las más recomendables de la zona. Tiene de todo: travesía inicial larguísima, en un primer largo donde hay que aprovechar seguros de otras vías que cruzan (casi como en el resto de la vía), placas de adherencia, como en los largos intermedios, donde está la característica mancha blanca, provocada por surgencias de agua a mitad de pared, una chimenea que te obliga a entrar en bavaresa para acabarla en oposición, en lo más alto de la vía…
Todo esto además con un equipamiento escaso, compuesto por algunos cordinos raídos, y una primera y sexta reunión donde sólo encontraremos los espárragos de los paraboles, así que ya sabeis, a llevar chapas recuperables y cablecitos de artificial.
En fin, una señora vía, con un grado no muy dificil (cuidado, que es V+ de los antíguos) pero mantenido, que os hará disfrutar como enanos. Un terreno de aventura digno de paredes más famosas. ¡Recomendable!
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