Hace unas cuantas semanas, durante el pasado febrero, estuvieron por aqui en Alicante los amigos Diego y Laura, de «Al loro que me desadherencio«, haciendo un monográfico de escaladas alicantinas. La verdad es que ya hace años que intentábamos coincidir, además teníamos amigos comunes, del club de montaña Monval, de Valdemoro, en Madrid, pero no habíamos conseguido coincidir todavía.
En esta ocasión me pilló por aquí, pero el mal tiempo no permitió que planearamos ninguna escalada de gran pared, así que finalmente decidimos acercarnos a la escuela de Guadalest, donde podríamos conocer en persona a Miguel y Marisol, los hospitalarios guardas del Refugio de Escaladores de Guadalest, a los que conocíamos por Facebook.
Croquis Guadalest
Fue una gran idea, porque a parte de conocer la magnífica escuela de Guadalest, pudimos disfrutar de la simpatía de Marisol y el consejo de Miguel, que nos recomendó escalar una de las vías más clásicas de la pared de enfrente del refugio, Penya Maura, donde podríamos cacharrear sin problemas y desfogar nuestras ansias escalatrices.
La idea era escalar la vía «Esther’s Chimney», una vía con un primer largo de placa y espolón que te deja en una cueva-agujero, desde donde se accede a una chimenea desde dentro del agujero… cosa que ya no recordamos cuando llegamos allí. Así que nos dió por hacerlo más dificil de lo que era, y decidimos bajar por la izquierda de la cueva, con un rapel pendular al estilo UBSA del peñón, plantándonos en el tercer largo de la via «Curtain Call».
Al final, a pesar de las maniobras complicadas que tuvimos que realizar, todas en autoprotección, precaria en algun momento, conseguimos pasar una buena mañana en este paredón, alcanzando la cima de Penya Maura y disfrutando de una fresquita cerveza en el Refugio.
Aquí empezando «Esther’s Chimney», un quimico indica su inicio, a la derecha de un espolón, que más arriba hemos de tomar.
Ya arriba del primer largo, facilito pero disfrutón, llegamos a un cable que nos acerca por una repisa aérea hasta la cueva desde la que salía el segundo largo (una chimenea) que teóricamente ibamos a hacer…
Aquí fue donde nos liamos: en vez de mirar arriba de la cueva, donde estaba la chimenea del segundo largo de la vía, nos dio por mirar a la izquierda de la cueva. La cosa se complicaba…
¿Como lo ves, Diego?
Al final hicimos un rapel pendular, nos colocamos donde pudimos, y una vez reunidos, tiré para arriba como pude por un diedro canal limpia, donde seguimos con autoprotección, ya que no había ni rastro de ningun seguro o señal de que por aquí circulaba una vía…
La canal tenía su intringulis, y una vez superado el diedro, había una bonita fisura diagonal que atravesaba una placa tumbada lisa, donde los pies había que colocarlos por adherencia…
Los «loros» colgados de la segunda reu de la vía «Curtain Call»…
Bonitas vistas desde la pared…
Ya en la segunda reu y fin de la vía…
Contentos y satisfechos…
El paraje es espectacular, da gusto escalar con vistas a lo más alto de la montaña alicantina, a los pies de Aitana con sus más de 1.500 m… y al lado de la playa!
El embalse de guadalest le da una nota de color al paisaje de caliza gris y verdes pinadas…
¿Es un pájaro? ¿Es un avión?
Hala, para abajo.
Y finalmente, relajándonos en el refu, repasando el popurrí de vias que habíamos hecho.
Y nada más, simplemente recomendaros el Refugio de Escaladores de Guadalest, donde Marisol y Miguel os pueden dar alojamiento, alimentaros para recuperar fuerzas después de un duro dia de escalada en Guadalest, o en otras paredes cercanas, y disfrutar de la hermosa montaña alicantina. Desde aqui estais a tiro de piedra de cualquier pared interesante: el Peñón, Puig Campana y Ponoig, Toix y Mascarat, Sella, etc.
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