Comunidad Valenciana
El Benicadell (1.104m)

El Benicadell (1.104m)

La muralla que separa Alicante y Valencia.

La Sierra de Benicadell es una de las sierras más visitadas de la Comunidad Valenciana. Es bastante conocida en el ambiente sendereista, pues su ascensión no resulta muy exigente y la vista de la que se disfruta desde su cima, situada a 1.104 m sobre el nivel del mar, es espectacular.

Espectacular vista desde la cima: a la derecha la Vall d’Albaida; a la izquierda, la Vall de Planes. Al fondo, el Montcabrer.

Lo que quizá no se sepa es que ésta sierra posee una de las más fantásticas crestas de la Comunidad, la que además tiene el privilegio de ser la cuna del alpinismo y la escalada valencianas. Esta Sierra ha hecho mucho por el montañisno valenciano, y lo seguirá haciendo, pues su cercanía y su relativa baja dificultad permiten utilizarla como entrenamiento para retos mayores.

Benicadell desde el Sur
Benicadell desde el Norte
 Ortofoto de la zona. La flecha indica el punto de partida en la caseta forestal. El punto rojo es la cima
Mapa excursionista de la zona
LOS DATOS
  • Tiempo: De hora a hora y media desde
  • Dificultad: Fácil. Tan sólo 20 m algo aéreos al final para gente no acostumbrada.
  • Punto de partida:
    • Desde Beniatjar: Dirigirse hacia la montaña desde el centro del pueblo. Al final se encuentra un sendero, el PRV213.1, que nos llevará a Les Fontetes. Desde aquí seguimes el sendero ascendente hasta la Casa Forestal. De aquí parte una pista de tierra con una barrera, que seguimos hasta encontrar una indicación a una senda que sube fuerte y serpenteante a nuestra izquierda. La seguimos sin pérdida hasta la cima. También se puede llegar a la Casa Forestal en coche,subiendo una pista de tierra en mal estado que se coge en la carretera de Beniatjar a Ráfol de Salem. Seguirla unos kilómetros hasta una bifurcación, en la que tomaremos el ramal derecho ascendente, que nos deja en el aparcamiento frente a la casa forestal.
    • Desde Ráfol de Salem: Desde la Hermita de San Blai de Ráfol de Salem, seguir el PRV213.4 en dirección a Beniatjar. Llegamos al Portell, desde donde se puede ir a Les Fontetes o subir directamente por otra pista hacia la Casa Forestal. Desde aqi seguir el mismo itinerario anterior.
LA ASCENSIÓN
Diciembre de 2005. Tras dejar el coche en la casa forestal, nos dirigimos por la pista forestal, y la seguimos unos 15 o 20 minutos. Enseguida encontramos una serpenteante senda que trepa por los lomos de las paredes Norte. Nada más coger la senda, se gana altitud rápidamente, comenzando pronto a poder admirar el paisaje de la Vall de Albaida.

Tras caminar un rato disfrutando del paisaje cada vez más admirable debido a la altitud, encontramos una bifurcación. A la derecha visitaremos la nevera de Benicadell tras 8 minutos de pateo. A la izquierda nos dirigiremos a la cima. Como es tarde, optamos por subir directamente a la cima, dejando para luego la visita a la nevera.

Ya sólo queda utilizar un poco las manos en el tramo final, y llegaremos a la cima. No es dificil, y sólo es un corto tramo, que nos deja en el vértice geodésico, donde podremos disfrutar de las mejores vistas de ambas vertientes.

Estupenda panorámica desde la cima de la Vall de Planes, al Sur del Benicadell.

Y bueno, una vez en la cima, nos hemos ganado un buen bocata para recuperar fuerzas. El día no ha salido muy bueno, aunque tenemos la suerte de que el poco sol que sale ese día hizo presencia justo cuando llegamos a la cima. Un sol vespertino que nos calienta escasamente, pero que se agradece. El cortante viento de diciembre no nos permite comer demasiado a gusto, pero las vistas tan excepcionales nos reconfortan, aunque no calientan.

Este día había una buena visibilidad. Desde la cima lográbamos divisar Valencia city y su albufera, los Serranos, Serrella y Aitana… y poco más, porque las nubes se abalanzaron sobre nosotros y sus sombras lo taparon todo. ¡Hora de bajar! Lo hemos pasado bien, una ascensión rápida, poco exigente físicamnete y con unas vistas muy reconfortantes. Me gusta el Benicadell..

JoseMi Alpinista de corazón, quedé prendado de la montaña desde muy joven. Mi montañosa tierra Alicantina me enseñó a amar la verticalidad de sus paredes y el placer de la escalada clásica. Mi objetivo: crecer día a día como alpinista y poder compartirlo con todos vosotros.
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